El Camiño Real de Lugo a Friol nos regala bellas estampas en el camino. El tamaño regular de la piedra, el caracteristico color, la esmerada colocación y una altura considerable hacen del camino una bella senda.
La vegetación, arboles, helechos y leñosas, colonizan el muro. A la derecha, la vegetación empuja con tanta fuerza, que derribó parcialmente el muro.
Son muros de dos hojas. Los cachotes van asentados mayoritariamente en hiladas colocadas “a soga” y trabadas entre sí “a tizón”, afianzando las dos caras del valado. Normalmente no llevan capa de
coronación.
Las piedras utilizadas pueden ser planas, bastas e incluso cantos rodados; están labradas mínimamente y se llaman cachotes. Se colocan sin ningún tipo de masa, empleando las propias piedras como sustento
del muro. Los restos de piedras más pequeñas, llamadas ripios, se usan para rellenar los huecos. La última hilera puede estar dispuesta con orientación horizontal, vertical o inclinada.
Aún siendo verano, julio, nos sentimos afortunados por poder recorrer caminos a la sombra de verdes pinos, y robles centenarios