Y llegando al valle, en nuestro caminar, nos encontramos con un característico cierre de chantos y lousas. De no mucha altura y de poco tamaño.
Típicos de la provincia de Lugo. Estos chantos de piedra de grau o de losa se obtienen gracias a los planos de formación de la propia roca. Tienen poco espesor y al ser bastante alargados, cubren el espacio
con rapidez. Los chantos suelen tener un ancho entre 40 y 100cm y una altura de 60 a 100cm. Se caracterizan por su facilidad constructiva. Se asientan en una gavia y se acuñan con piedras por los laterales para evitar movimientos. Se labran mediante golpes de macetas por ambas caras, para que encajen unas con otras.
Aunque en esa senda es el único. Como único es nuestro marchar.