Nuevamente subimos a Penas de Rodas:

Pena de Rodas Pena de Rodas Nordic Walking Lugo

El Enigmático Santuario de Granito que Desafía la Historia en el Corazón de Galicia

En Outeiro de Rei, donde el verde paisaje gallego se despliega en suaves ondulaciones, se alzan las Penas de Rodas, un conjunto megalítico cuya imponente presencia continúa suscitando interrogantes sobre su origen y significado ancestral.

Estas dos colosales esferas de granito, perfectamente asentadas sobre otras rocas que les sirven de base, desafían la lógica de la naturaleza y alimentan un rico imaginario popular tejido de leyendas y teorías que van desde la mera casualidad geológica hasta la sofisticada ingeniería astronómica de civilizaciones pretéritas.

Ubicadas a una altitud aproximada de 620 metros sobre el nivel del mar, las Penas de Rodas no pasan inadvertidas. Su forma casi perfectamente esférica y su aparente inestabilidad generan una fascinación inmediata en el visitante, quien no puede evitar preguntarse cómo estas moles pétreas han resistido el implacable paso del tiempo y las inclemencias del clima gallego. La sensación de que un leve empujón podría hacerlas rodar contrasta con la palpable solidez que transmiten, ancladas a su emplazamiento durante siglos, quizás milenios.

El origen de estas singulares formaciones rocosas ha sido objeto de debate entre geólogos e historiadores. Una de las teorías más extendidas atribuye su génesis a procesos naturales ocurridos hace millones de años, cuando el magma incandescente, al ascender a la superficie terrestre, se enfrió rápidamente en este punto, dando lugar a estas monumentales estructuras. Posteriormente, la paciente acción del agua y el viento habría esculpido las rocas hasta conferirles sus curiosas formas redondeadas.

Sin embargo, la disposición y orientación de las Penas de Rodas han llevado a otros investigadores a plantear hipótesis más audaces. La proximidad de la zona a importantes vestigios de la antigüedad, como castros celtas y asentamientos romanos, sugiere una posible intervención humana. Algunos estudiosos defienden la teoría de que las Penas de Rodas pudieron haber constituido un antiguo santuario pagano, un lugar de culto donde se rendía homenaje a deidades ancestrales. Incluso se ha especulado con la posibilidad de que fueran erigidas por los romanos, dada su cercanía a la histórica ciudad de Lugo, aunque la rusticidad de las formaciones contrasta con la elaborada arquitectura religiosa romana.

Más intrigante aún resulta la teoría que vincula las Penas de Rodas con la observación astronómica. Su orientación, que coincide con la puesta de sol durante el solsticio de verano y su salida en el solsticio de invierno, ha llevado a algunos expertos a considerar la posibilidad de que este conjunto megalítico fuera uno de los primeros calendarios solares de la humanidad, una herramienta primitiva pero eficaz para marcar los ciclos agrícolas y las festividades religiosas. Esta interpretación, que otorga a las Penas de Rodas una trascendencia histórica de primer orden, las sitúa como un testimonio silencioso de la sofisticación de las sociedades prehistóricas que habitaron estas tierras.

El misterio que envuelve a las Penas de Rodas se acrecienta con las numerosas leyendas que han sido transmitidas de generación en generación. Una de las más populares cuenta que una de las rocas alberga en su interior un tesoro de oro, mientras que la otra está repleta de alquitrán. Aquel que lograra descifrar cuál es cuál y consiguiera romper la piedra correcta, alcanzaría la riqueza, pero un error podría acarrear una devastadora catástrofe. Esta leyenda, como tantas otras en la rica tradición oral gallega, añade un toque de magia y misterio a este ya de por sí enigmático lugar.

Más allá de su posible origen y significado, las Penas de Rodas se han convertido en un punto de interés turístico ineludible en la provincia de Lugo.

El área recreativa que las rodea invita al paseo y al disfrute de la naturaleza. No es raro, de hecho, encontrar a los walkers del  Nordic Walking de Lugo recorriendo los senderos que serpentean en torno a este monumento natural e histórico.

La orografía suave en la parte inferior que se complica camino del Alta de  Paramio, como un enclave privilegiado para la contemplación del firmamento, y el entorno paisajístico convierten a las Penas de Rodas en un destino atractivo para la práctica de esta disciplina deportiva que cada vez cuenta con más adeptos en la región.

La contemplación de las imponentes rocas mientras se disfruta de una caminata activa añade un atractivo singular a la experiencia.

Cada año, especialmente durante el solsticio de verano, numerosos visitantes se acercan a este enclave para presenciar el espectáculo del sol alineándose con las rocas, reviviendo quizás ancestrales rituales o simplemente dejándose llevar por la magia de un lugar que sigue guardando celosamente sus secretos.

Las Penas de Rodas son mucho más que dos grandes piedras. Son un testimonio palpable de la compleja relación entre el hombre y la naturaleza a lo largo de la historia, un enigma geológico y cultural que continúa fascinando a científicos y profanos por igual. En el corazón de Galicia, estas imponentes esferas de granito nos recuerdan la persistencia del misterio y la necesidad de seguir explorando nuestro pasado para comprender mejor nuestro presente.

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