El camino primitivo se ha visto reducido con el paso del tiempo a una senda. Senda que los walkers y caminantes ayudan a mantener abierta.
La naturaleza empuja. Tanto empuja que en algunos lugares ha sido capaz de mover, incluso derribar, al centenario muro que discurre a nivel en la escarpada ladera del monte.
Piedras de tamaño diverso, formas irregulares no trabajadas, apiladas bajo el criterio del buen saber. Valado de chantos reforzado con cachoteria en seco
La belleza de la piedra la mejora la capa verde del musgo y helechos, que conviven con algún que otro liquen de color blanqueciono, que en la intensa humedad y pureza han encontrado acomodo. Los chantos se colocan verticalmente de forma que la cara mayor coincida longitudinalmente con el muro y perpendicularmente, para cubrir el espacio entre estos, se colocan cachotes, piedras menudas de xisto (pizarra) o grao. Estos cachotes se colocan trabados y “a junta seca”.
La altura de estos muros varía entre 70 y 120cm. Son más resistentes que los cierres de chantos.También conocido como valado
Este muro es un claro ejemplo del modelo mixto de chantas y cachotes.